CARTA ABIERTA DE UN SUICIDA
Hola
Anónimo: Perdona que haya demorado tanto para contestarte. Es que no había
visto tu comentario. Lo he visto hoy y en cuanto he podido me siento a
responderte con la ilusión de que mis palabras puedan mantener en duda tu idea
de quitarte la vida. Ojalá que no lo hagas. Iré respondiendo sobre tus palabras
para que así me sea más fácil a mí abordar los temas que mencionas, y para que
te sea más fácil a ti entender de qué estoy hablando. Las letras irán en diferente
color para que no haya dudas entre lo que dices tú y lo que digo yo.
·
Soy
una de esas personas que tiene claro que se van a suicidar en breve, aún no lo he hecho por diversas causas, pero lo
haré, ya que hace tiempo que estoy muerto por dentro…
Dices
que estás muerto por dentro. Creo entender a qué te refieres. Todos necesitamos
encontrarle un sentido a la vida y desde luego, parece que en tu caso, no es
así. Que Dios ponga luces en tu alma para que encuentres ese sentido, o al
menos que te haga encontrar el sentido de la vida en la muerte, porque eso tienes:
Un sin sentido en tí mismo. Si estás en un punto en el que no entiendes nada,
por lo menos date cuenta de que has venido a la tierra y si has venido, ha sido
por la voluntad de Dios. Dios te quiere aquí y seguramente te está dando una
oportunidad para que puedas adelantar tu camino de crecimiento.
Mira,
puede ser que ya te hayas suicidado en otras vidas. Más abajo te cuestionas la
bondad de Dios. Dios sí es justo, porque te manda a la tierra con un nuevo
cuerpo para que lo cuides y te salves del pecado del suicidio. No puedes decir
que Dios es malo. Pocos padres son tan bondadosos como él, pues te da un cuerpo
y tú lo rompes. Él te da otro y tú lo rompes también. Te da otro y lo vuelves a
romper y así sucesivamente. ¿De veras crees que puedes pararte ante Dios a
decirle que él es malo? ¿No crees que deberías cuestionarte profundamente en lo
que estás haciendo?
La
vida no te está pidiendo mucho. Posiblemente sólo te esté pidiendo que te
salgas de esa cadena de suicidios que pesa sobre ti. Claro está, que hubo
motivos serios en otras vidas, que te llevaron al suicidio y esas causas se
tienen que repetir. No porque Dios sea malo, no porque sea un capricho suyo,
sino porque son cosas que tú mismo atraes con tu energía. Todos recogemos lo
que sembramos, y para tener una vida más cómoda, tendremos que dedicarnos en
esta vida a sembrar un buen karma para recoger esa cosecha en la vida
siguiente. Si siembras suicidio, recogerás suicidio, y no es que Dios se haya
encaprichado en darte eso, pues el suicidio sólo tú te lo has acercado y sólo
tú te puedes alejar de él. Dios es tan bueno, que te da la libertad para que
conduzcas tu vida a donde quieras, pero tendrás que ser responsable para hacer
un buen uso de esa libertad.
·
Estoy
leyendo lo mismo en varios sitios. Básicamente se viene a decir que las almas
de los suicidas no descansan en el Más Allá y que sufren infinitos tormentos
muy superiores a los que en vida les llevaron al suicidio…
Bueno,
yo no diré que los suicidas sufren más allí que aquí en la tierra. Lo que yo
diré es que el suicidio no te va a salvar de tus problemas. Tendrás los mismos
problemas y uno más, que es el haber tirado por la borda la oportunidad que se
te dio para romper la cadena que te llevó al suicidio. ¿Entonces para qué
suicidarse? Habrás perdido el tiempo, una vida, un cuerpo, un tiempo precioso. Dios
ha querido ser bueno contigo. Te ha dado una nueva vida y tú le das la espalda
porque no la valoras y la vuelves a romper, posiblemente una y otra vez. Dios
no es el malo, él hace lo que tiene que hacer, que es darte otra oportunidad.
Pero
es que Dios no es una persona, Dios es una ley, una ley que no se puede violar.
La fuerza de la gravedad nos atrae a todos los cuerpos hacia la tierra con una
fuerza estándar para todos. En el mundo de los humanos no hay nunca tanta
justicia, porque siempre hay privilegiados, pero las leyes de la naturaleza,
que son las Leyes Divinas, son verdaderamente justas y ellas no hacen una
excepción contigo. ¿Por qué tendrían que hacerlo? Tú has vivido otras vidas, y
seguramente nadie es más responsable que tú de los enredos de tu vida. Incluso,
digo más. Para Dios lo importante es tu alma. Tú alma será puesta en la balanza
y lo que importará será tu capacidad de amar y perdonar, el amor que has
descartado fuera de ti y los sentimientos y pensamientos negativos y positivos
que has echado a la borda.
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He
leído incluso que hay un plan divino para cada persona y que cada cual tiene
una especie de fecha de caducidad…
Hay
un plan divino, pero, al menos lo que yo creo, es que dicho plan consiste en
hacer regresar todo lo creado, a su punto inicial. Dicho de otro modo, todo lo
que ha surgido del espíritu puro, volverá a ser espíritu puro. De hecho, creo
que el ser humano es un escalón intermedio en ese camino en el que la materia
en su forma más densa, regresa al espíritu. Ese
es el plan. Hay energías que te empujan a espiritualizarte. No es un tema de
fecha de caducidad.
Todo
cambia y es cierto que el ciclo tiene su tiempo, que es a su vez, un tiempo
relativo, porque en términos absolutos, este ciclo que convierte al espíritu en
materia y la materia en espíritu, es infinito, no se termina nunca. Llegará un
momento en que el planeta o la misma humanidad, se desprenderá de sus hijos que
no han alcanzado el grado evolutivo necesario para seguir siendo compatibles
con el planeta. Esas almas se irán a vivir a planetas más atrasados que la
tierra y allí serán recibidos como grandes seres. Tendrán que ocuparse de
desarrollar esos mundos.
·
¿Si
me mato antes de mi hora, me pasaré años en la tumba sufriendo hasta que llegue
mi hora en la que debí morir?…
No
se pasan esos años en la tumba. Tu alma pasaría al plano astral, pero es cierto
que estaríamos hablando de un alma no preparada para estar allí, y por tanto,
no sería igual que llegar allí cuando tu ciclo vital ha concluido. Es un tema
de masa, de peso, de vibraciones. El alma del suicida, carga con pensamientos y
emociones muy negativas. Eso pesa mucho, es como un ancla que te tira al fondo
del pozo del plano astral. Por tanto, no es que te castiguen a estar en un
lugar inmundo, es que el peso de tus propios pensamientos y sentimientos te
arrastran a ese lugar. Cuando se muere de muerte natural, se puede estar tan
mal como lo puede estar el suicida, pero desde luego, el que se suicida, sí que
es casi imposible que pase bien al otro plano.
·
¿Es
verdad que el purgatorio es donde almas malvadas te hacen sufrir hasta lo
indecible?...
Bueno,
de esto no sé qué decirte, pero lo que sí te puedo decir es que los suicidas no
van al purgatorio, ellos van a un sub-plano del plano astral que podríamos
llamar Infierno. Por último es rescatado y obligado a volver a la vida para
retomarlo donde lo había dejado, volviendo a sufrir a ver si esta vez aguanta
sin matarse hasta que llegue su hora. Amigo, lo de regresar a la tierra a vivir
una vida terrible, triste, te puede parecer terrible. Puede que a alguna mujer
le pueda parecer terrible tener que parir los hijos del modo en que tiene que
hacerlo, pero bueno, así es la vida. Todo tiene sus peculiaridades.
Sí
te digo, ojalá que en la vida siempre tuviéramos la oportunidad de resarcir
nuestros errores. Muchos quisiéramos tener una segunda oportunidad, y casi
nunca se tiene esa segunda oportunidad. Muchos dicen que el tren sólo pasa una
sola vez. Pues fíjate si Dios es Amor, que él te da nuevas oportunidades para
que resuelvas tus problemas, para que puedas enmendar tus errores, pero lo que
no puede hacer él, es librarte de tus sufrimientos. Es que de hecho, los
sufrimientos no es que existan, sólo existen dentro de ti. No es que él te haga
sufrir. El sufrimiento, como la alegría, es tuyo. Nadie puede hacerte sufrir ni
hacerte gozar en una determinada proporción. Eso es algo personal. Luego te
digo que el sufrimiento viene del desconocimiento de la ley de Dios. Cuando se
entiende la Ley de Dios, uno deja de sufrir, o al menos, deja de pensar que
Dios es injusto. Por el contrario, uno se maravilla de la perfección de la ley.
También
te digo que Dios te ayudará a que no te quites la vida. Puede que te haga
llegar a un blog donde alguien te dé ciertas explicaciones, pero lo que no va a
poder hacer es, quitarte tus pruebas. Hay cosas por las que tienes que pasar
porque te tocan, y si te tocan, puedes estar convencido de que algo bueno
sacarás de dicha vivencia. Y otra cosa que debes saber es que Dios no te da
nunca la cruz más pesada, te da siempre la cruz que te mereces y esa cruz es
siempre la más ligera de las cruces.
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¿O
sea, que el mismo Dios que en vida te castiga, que te proporciona un
sufrimiento tan insoportable que te lleva a quitarte la vida, en el Más Allá te
vuelve a castigar aún más?...
No
debes decir que Dios te castiga, porque él no castiga a nadie. Decir que Dios
te castiga es como decir que el fuego es malo porque te puede matar. Lo cierto
es que puedes morir en un incendio, pero no por eso se puede decir que el fuego
es malo. También podrías morir ahogado en el mar, y no por eso el mar es malo. A
veces vemos a Dios como malo, del mismo modo en que podemos pensar que el mar
es malo porque ha matado a nuestros padres en un naufragio. No, puede que lo
veas así cegado por el dolor, pero es sólo porque el dolor y la ofuscación te
ciega, pero en cuanto te pones a pensar, descubres que el mar nos dio la vida y
que es maravilloso que exista, pues hasta nos da de comer.
·
¿Pero
es que ese Dios no tiene misericordia? ¿Es que no hay paz para nosotros ni aquí
ni allí ni nunca?
Amigo,
Dios es justicia y todo amor. Dios es una gran ley objetiva inviolable y en eso
radica su grandeza. La paz de la que hablas es una estado mental del ser. Es un
estado que no depende de las cosas externas. Quien no esté preparado para
sentir esa paz en el alma, no la sentirá, incluso teniendo la tercera parte de
los problemas que tú tienes, y sino, mira a tu alrededor. Habrán personas tan
abatidas como tú, que no tendrán ni el 10% de los problemas que tú dices tener.
Todo está en la mente. No en lo exterior.
Dice
la Biblia aquello de las bienaventuranzas. Los que tengan sed y hambre en este
mundo, en el otro se hartarán de beber y comer. Los que en este mundo son
esclavizados en el otro serán libres etc. Ten mucho cuidado con lo que dicen
las escrituras. Mira, en principio lo que dicen las escrituras es, que todo lo que
es bueno en el plano material, es malo en el plano espiritual. Es lo mismo que
dijo Jesús cuando dijo que primero entraría un camello por el ojo de una aguja,
que un rico en el reino de Dios.
La
riqueza casi siempre produce en los seres humanos sentimientos y pensamientos
muy pesados, como la codicia, la avaricia, el desprecio hacia los demás seres,
el orgullo, la soberbia. Por eso es que muchos ricos no van al cielo, porque
cuando mueren, tienen que lidiar con todos esos pensamientos y sentimientos negativos.
Y luego, esos seres son famosos y cargan con los odios y las envidias de los
demás, que son cosas que también caen sobre ellos, por eso tener riqueza es una
prueba dura de pasar bien en el plano físico.
Y
es por eso que tener poco en la tierra, ayuda mucho luego en los planos
espirituales, porque pasas a ese plano sin apenas apegos materiales. Por eso
las escrituras dicen eso que tú has copiado, que el que tenga sed y hambre en
este mundo, en el otro mundo, no es que se hartará de beber y comer, es que en
el otro mundo no sufrirá por el apego a la comida y a la bebida. Comer y beber
no podrán en ese otro plano, porque comer y beber es propio del cuerpo físico y
del plano físico. Tus vehículos espirituales ni comen ni beben, sólo lo hace tu
cuerpo físico.
·
Y
ahora resulta que los que sufren más que todos esos, los que sufren tanto dolor
que no soportan más la vida en vez de ser recibidos con unos amorosos brazos en
el Cielo son enviados a un Purgatorio a sufrir más y a ser almas en pena que
vagan en el inframundo penando de dolor...
Todos
somos hijos de Dios. Dios quiere por igual a todos sus hijos, nunca a unos más
que a otros, aunque sí es cierto que tiene un especial interés por sus hijos
más desgraciados, por esos que más sufren. Hay personas en la tierra que han
llegado a tener un grado de crecimiento espiritual tal, que se ocupan de los
sufrimientos y problemas del prójimo, mientras que esas personas débiles y
sufrientes, sólo se ocupan de ellos mismos de manera egoísta.
No
sufre más quien más problemas tiene. Todos tenemos problemas y el grado de
sufrimiento es un tema de cada uno. Luego te digo que a unos nos duele más una
cosa, y a otros nos duele más otra. A todos nos toca pasar en la tierra por
situaciones duras. Son las pruebas de nuestras sucesivas existencias. Pero tú
preocúpate por tener buenos sentimientos y por tener buenos pensamientos. Si lo
haces, seguramente tu karma mejorará considerablemente, pero es algo que hay
que hacer, porque sólo recoge la cosecha, aquel que se ha puesto a sembrarla
antes. Si te pasas la vida quejándote porque la tierra está árida, y no la
trabajas, jamás tendrás frutos de dicha tierra.
·
Que
alguien me explique, dice el refrán: “Dios aprieta pero no ahoga. Y es una
mierda, por lo visto Dios aprieta hasta ahogar a algunas personas y después de
ahogarlas sigue apretándolas y ahogándolas en el más allá. ¿Qué clase de Dios
cruel y sádico es ese? ¿No son quienes se suicidan los que más ayuda merecen?
¿Estamos condenados? ¿Hemos de ser unos miserables destinados a sufrir aquí y
ahora, obligados a sufrir más en el Más Allá y si existe la reencarnación
volver a sufrir en las siguientes vidas? ¿Por qué?...
Dios
no te pide más nada que amor para tu prójimo y perdón para quienes te ofenden.
Eso lo puedes hacer en cualquier situación. La vida nunca te dejará
imposibilitado de crecer en el plano espiritual. Dios no te ha pedido que te
hagas millonario ni famoso. No te pide triunfos en el plano material. Sólo te
pide amor, y perdón para los que te hacen daño. Estoy seguro de que eso lo
puedes conseguir aún estés como estés.
Bueno,
amigo, creo que ya he respondido a todas tus interrogantes. Ahora atrévete a
vivir, a enfrentarte a tu mal karma y a hollar la tierra que pisan tus pies.
Fabrícate una buena vida para tu encarnación siguiente y mejora esta todo lo
que puedas desde ahora. Si te suicidas, (no olvides que pudiste haberlo hecho
ya en otras vidas) no le pidas más a Dios de lo que él te puede dar, pues él te
da y te ha dado siempre todo lo que tú necesitas para superar tus problemas, te
da un nuevo cuerpo y siempre te deja puertas abiertas y herramientas para salir
adelante. Sólo tienes que mirar a tu alrededor.
Piensa
un poquito. Si estoy en una heladería comprándome un helado y vienes tú y me
dices: “Señor, sea bueno conmigo que no tengo dinero, cómpreme un helado”. Y yo
te compro un helado y tú lo tiras al suelo intencionadamente y luego me pides
otro helado ¿Qué debo hacer yo? Pues
según la ley de los hombres, todos dirían. Amigo, que te den. Si tiraste el
helado que te he dado, pues ahora te jodes. Bueno, Dios es mejor que los
hombres, demuestra su divinidad regalándote otro helado, y si lo vuelves a
tirar en su cara, él se sonríe y te pone amorosamente un nuevo helado. No digas
que Dios no es justo y bueno. Nadie haría eso por ti más que Dios.
El problema de la mayoría de las personas es que parten de una idea equivocada (que les han enseñado las distintas religiones); un Dios Celestial que nos vigila y que fue quien creó al Hombre y lo puso en la Tierra.
ResponderEliminarEste concepto es Erróneo; Ese Dios (Jehova, Yahve, Alá, Krisna,...) es un invento Humano (o un Falso Dios)
El DIOS verdadero es el Creador de Universo y NO se comporta de una forma Paternal y Protectora; de lo contrario ya habría arreglado todo el mal hay en la Tierra.
El Universo se rige por leyes físicas, y nosotros nos encontramos en una zona IMPERFECTA de la Galaxia, Somos Imperfectos y vivimos en una Sociedad Imperfecta.
Los problemas que tenemos los generamos nosotros mismos, pues actuamos y pensamos de una forma Negativa, Egoísta, Ilógica,...
Cuando empecemos a ser Positivos, cooperativos, altruistas, educados, sociales,...entonces la Vida será mejor
Mucha gente se Deprime porque NO entiende esto y toma una actitud Negativa (quizás debido a algún tipo de trastorno)...y acaban pensando en el Suicidio.